Hija, durante el siglo XX la mujer se emancipó: pudo estudiar, votar, igualar sus derechos, trabajar, expresarse, decidir su destino, disfrutar su sexualidad, opinar y tomar decisiones acerca de su vida y su entorno: gozar de los mismos derechos que el hombre e iguales responsabilidades y obligaciones. Aun quedan metas por alcanzar y discriminaciones como las salariales y otras que habrán de resolverse. Es bueno conocer la historia para poder valorar estas conquistas, este progreso y entender por qué tenemos que celebrar con orgullo el día de la mujer.
La mujer y el hombre del siglo XXI tienen que abandonar el “machismo”, el “hembrismo”, el “feminismo” y entender que son las partes de una sola unidad, si quieren funcionar juntos. Lo que se ha escrito sobre el hombre y la mujer tiene que ser revisado a la luz de la nueva realidad social. El hombre y la mujer tienen que redescubrirse y reinventarse en este siglo XXI. Hija esa es la tarea de las nuevas generaciones, es tu tarea. La Historia debe conocerse para no repetir los errores del pasado y en el área de las igualdades sociales se han cometido muchos errores.
Muchas mujeres han escrito su nombre en la historia luchando por esa igualdad. Una que tú y yo admiramos es Mercedes Sosa (q.e.p.d.), conocida como La Negra Sosa o La Voz de América, fue una cantante de música folclórica argentina reconocida en América Latina y Europa. Se definía a sí misma como “cantora” antes que “cantante”, en lo que fue una distinción fundamental de la nueva canción latinoamericana de la que ella fue una de las iniciadoras: “cantante es el que puede y cantor el que debe” (Facundo Cabral). Ese ideal fue expresado por Mercedes Sosa en los títulos de sus álbumes como Canciones con fundamento y Yo no canto por cantar. En honor de todas las mujeres, en tu honor, en honor de mi madre, la canción gracias a la vida y a la mujer que la propicia.
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