PORQUE SIEMPRE TENGO QUE HACER LO MÁS DIFICIL. . . (En esta ocasión con gusto compar to la columna editorial con Claudia Ramos Delgado)
Cualquier mañana, tarde o noche, observo la expresión en el rostro de mi hijo, mientras su frente se aprieta, sus ojos me acusan, sus brazos se tornan rígidos, al igual que todo su cuerpo y escucho con esfuerzo y sensación de angustia a mi hijo de apenas 4 años, preguntarme…
¿Por qué siempre tengo que hacer lo más difícil? Yo lo observo con ternura y al inspirarme amor, respeto y calidez, luego de evaluar muy en mi interior su consulta con aroma a reclamo, decido en segundos explicarle amplia, sincera y sencillamente que no es así, que al contrario, lo más sencillo es lo que debe hacer, no obstan- te, al ser lo más sencillo, no es lo más rápido…..y por supuesto, es lo que debe dominar en sus primeros 4 años.
Recordando esa conversación, reiterativa por cierto; traigo esta conversación al papel, ya que aunque es un niño de 4 años y yo su madre de muchos más¡, relaciono que es un pensamiento que nos acompaña en muchas ocasiones de nuestras vidas y que seguramente has tenido esa misma pregunta frente a ti, ya sea con tus hijos, sobrinos o niños cercanos. Francamente considero que la sabiduría de la vida es la más valiosa, aprendemos día a día, a veces con alegría, tristeza o diferentes emociones extremas o simples; nos esforzamos sin darnos cuenta por ser más poderosos frente a nuestros hijos, de los cua- les además dependiendo de su edad, somos sus súper héroes o princesas de los cuentos de aventuras y hadas.
¿Qué sucedería si nosotros los hispanos, tuviéramos siempre a una mamá cariñosa en nuestra mente? muy en nuestro interior, ¿qué te diría esa mamá? Qué eres maravilloso, un ser de la creación único y que eres el mejor regalo de la existencia que te ha podido dar… ¿Por qué a través del tiempo, perdemos esa voz interior? ¿Por qué la sociedad nos con duce hacia un mar de incertidumbres, dudas y conflictos? ¿En qué momen to perdemos el camino hacia el éxito? Atención¡¡¡ vale la pena una acla ración. . . éxito no es precisamente dinero abundante, cuentas bancarias llenas, carros lujosos y casas impresionantes; éxito se relaciona con felicidad, armonía, encontrar tu misión en la vida y dejar una huella en el mundo actual, para que este sea mejor al dejarlo.
Ahora, si cada día hiciéramos el ejercicio de programar nuestros pensamientos, te aseguro, que podrías retornar esa voz interior, la que te alienta, te anima a dominar nuevas tareas, que quizás ahora vez como “LAS MAS DIFICILES”; la voz que te da seguridad de seguir adelante, te abraza y te hace sentir valioso, arriesgado y seguro que puedes hacer lo que te propongas; siempre que te esfuerces, seas disciplinado, aclares hacia dón- de quieres dirigirte y en ese momento, sólo en ese momento; ten la seguridad que el universo actuará a tu favor, para que encuentres las personas adecuadas, el momento indicado y las herramientas necesarias para alcanzar tus metas.
Las metas de nuestra cultura hispa- na, son poderosas, familiares e inspiradas en el bien propio y común; teniendo claridad en ese punto, ¿qué te puede detener? ¿Tu amigo o amiga, tu esposo o esposa, tus padres, tus hermanos, tu jefe o tu familia? O, te has puesto a pensar interiormente y en tu espacio si quizás, sólo quizás, ¿el principal oponente de tu éxito eres TU MISMO? Hoy, te recuerdo que mi hijo de 4 años, insiste en pensar ¿por qué tengo que hacer las cosas más difíciles?” y yo por supuesto como su madre y mentora, lo abrazo y reconforto para hacerle entender que no es lo más difícil, que en realidad es lo más fácil, pero que gracias a su des- espero y ansiedad por terminar y rei- niciar sus juegos, no se da cuenta que seguramente es lo más fácil y que requiere tiempo.
A ti, que vives jornadas intensas, a veces de calor, a veces de frio y a veces de soledad; te invito a progra- mar tu día, muy temprano, antes de empezar tu jornada y muy en tu interior y soledad, quizás en tu cama antes de levantarte, cierra tus ojos, abre tu mente, tu espíritu y tu corazón, para activar la voz interior que te inyecta gasolina para seguir adelante, para entender que todo es un proceso y que no es eterno, que hoy estamos allí, pero que mañana seguramente estaremos en otro lugar y con la meta que nos hemos planteado.
Sólo tú conoces tu objetivo; te invito a ser persistente, por difícil que sean las tareas por hacer, todas pueden ser más fáciles si las enfrentas hoy, por- que ya las conoces y es momento de decidir dominarlas. Si programas tu día positivamente y traes pensamientos y acciones positivas las siguientes preguntas serán quizás como las de mi hijo…¿Eso es tan fácil? cuan- do meses a tras preguntaba… ¿Por qué siempre tengo que hacer lo más difícil?
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